Esta antigua ciudad se alza sobre el Teso del Cuerno, a las afueras de Peñalba cerca del arroyo Arandilla. Se sabe que al otro lado del arroyo ya había un poblado anterior celtibérico.
Desde su abandono por parte de los romanos, permaneció en el olvido hasta el siglo XVIII que se recogen algunos datos por parte de expertos, sin embargo no sería hasta los años 30 del siglo XX cuando comenzaron los primeros trabajos de investigación arqueológica sistemática en el yacimiento.
Se trató de una de las ciudades más importantes entre las poblaciones romanas de la provincia Tarraconense, estuvo habitada desde el siglo I a.C. hasta el VII d.C y acuñaba moneda. Un hecho extraordinario en su historia tiene que ver con gobernador Sulpicius Galba, que se refugia en Clunia huyendo de Nerón cuando recibe la noticia de la muerte de éste y se traslada a Roma para ser coronado como emperador. Había creado la Legión VII conocida después como la Legio VII Gémina.
A partir de ahí la ciudad toma el nombre de Sulpicia y en el siglo II ya aparece documentada como Colonia Clunia Sulpicia.
Visita al Yacimiento
La zona acondicionada para la visita tiene 1 kilómetro aproximadamente de longitud, pero puedes entrar al recinto con el coche y hay varios aparcamientos para hacer más cómoda la visita.
Primero pasas por la taquilla que está al inicio del recinto, donde te explican lo que puedes ver, el orden y los diferentes aparcamientos de los que disponen.
⌚ Horario de invierno del 1 de octubre al 31 marzo, de 10 a 17 horas de martes a domingo.
Horario de verano del 1 de abril al 30 septiembre, de 10 a 14 y de 16 a 20 horas también de martes a domingo.
💰 La entrada ordinaria son 5€ y la reducida 2,5 €.
Consulta su web para información completa.
Museo arqueológico
Siguiendo el camino que baja a la izquierda desde la entrada, llegarás al aparcamiento para visitar el Aula arqueológica. Verás varios edificios en construcción en la parte de abajo, seguro que son para mejorar accesos o para el propio museo.
En este edificio puedes ver material arqueológico encontrado en las excavaciones del yacimiento, destacando la estatua de la diosa fortuna hallada en el teatro.
Hay un área destinada a Cueva Román, que es una cavidad no visitable que está debajo de la ciudad, donde se encontraban los acuíferos aprovechados por los romanos para abastecerse de agua, mediante pozos. En este espacio de galerías subterráneas se encontraron más de 70 esculturas romanas esculpidas en el barro.
El Teatro
A pocos metros podrás ver el teatro romano, que también dispone de aparcamiento propio al otro lado de la carretera.
Unas plataformas habilitadas te lo muestran desde lo alto, pero créeme, baja hasta el escenario para verlo en toda su magnitud.
Es uno de los más grandes de la Península Ibérica, con capacidad para unas 20.000 personas.
Está alejado del centro urbano, sobre una ladera de gran pendiente para aprovecharla para el graderío, que se conserva en gran parte en la zona media y alta que está construido directamente en la roca. En la parte baja los estrados desaparecieron, porque seguramente era una obra de mampostería y fue desmantelada tras el abandono de la ciudad.
El escenario es de encofrado de hormigón y conserva los cimientos de tres puertas. Carece de ornamentación, pero seguro que en su origen estaba revestido de piedra trabajada.
Parece que el teatro se levanta en el siglo I d. C., en época de los emperadores de la familia Julio-Claudia. Una losa con una inscripción descubierta en la orchestra nos habla de una reforma del teatro promovida por un edil de la ciudad en el año 169 d.C. La piedra rectangular tiene en el centro una argolla metálica que serviría para atar en ella animales salvajes mediante cuerdas o cadenas en los espectáculos circenses. El testimonio tiene extraordinario interés, puesto que nos confirma que el teatro habría perdido su función inicial de lugar de representación de espectáculos escénicos, parcial o totalmente, a partir de la segunda mitad del siglo II.
Este teatro se utiliza para hacer el festival anual y otros actos culturales.
Casa de Taracena
Cogemos el coche del aparcamiento del teatro y seguimos hasta el final de la pista asfaltada que es el último parking, para ver todo lo demás de la ciudad romana.
La que aparece en el plano como Casa nº1 a la derecha del aparcamiento, es la Casa de Taracena ya que ese es el apellido del profesor que la excavó, que debió pertenecer a un hombre rico de la ciudad por su situación privilegiada entorno al Foro, por sus dimensiones y por los mosaicos que en ella se hallaron.
Tiene diferentes fases constructivas y se puede identificar como una casa-palacio por sus grandes dimensiones, decorada con extraordinarios mosaicos geométricos y dividida en tres áreas diferentes. La primera, al fondo del edificio, posee pocos espacios abiertos a excepción de un peristilo, esto es, el patio porticado al que se abren las habitaciones.
La zona central es de planta rectangular con cuatro patios en forma de cruz y ella se encuentran las habitaciones principales, entre las que destacan un triclinium o comedor de verano pavimentado con mosaico y un oecus o habitación principal que presenta una cabecera en forma de herradura. Al sur de éstas, existen otras habitaciones de servicio construidas sobre un criptopórtico con cisternas, depósitos de agua, cocinas y dependencias domésticas.
Los grandes mosaicos que decoraban los suelos de las estancias principales, han llegado hasta nuestros días en un estupendo estado de conservación, y para que así siga siendo, en invierno se tapan para que no sufran las inclemencias del tiempo, como podrás ver en la imágen.
No fue la única casa excavada en la ciudad, también se trabajó (y se sigue trabajando) en la Casa de la ermita.
Casa de la Ermita
También identificada como la Casa nº3 y toma su nombre por estar junto a la Ermita de Nuestra Señora de Castro de más reciente edificación.
Junto a esta casa se localizaron unas pequeñas termas que se desconoce si pertenecían a la casa o eran de uso público.
Las termas eran espacios dedicados a los baños, fundamentales en la cultura romana. Eran centros de relajación y de tertulia.
Con espacios para agua caliente y fría, se conseguía una relajación muscular, pero su funcionamiento se puede observar mejor en el conjunto termal de Clunia, denominado Los Arcos al que luego accederemos.
Edificio Flavio
Es de finales del siglo I no sabiendo a ciencia cierta su función. Su planta es un gran rectángulo acabado en un semicírculo, con un gran acceso a través de un pórtico con columnas.
El Foro Imperial
Los foros romanos eran el centro neurálgico de la vida administrativa, política, judicial, y comercial de las ciudades romanas. Por ello, en el foro se alzaban construcciones destinadas a albergar estas actividades: la basílica, los templos, el mercado, etc.
La Basílica del foro era un lugar cubierto donde se alojaban los tribunales y otras dependencias administrativas y comerciales. En ella los magistrados, bajo una imagen del emperador, impartían justicia y sancionaban los contratos mercantiles.
Lo que se observa en la actualidad de la Basílica solo es la mitad Este ya que se supone por los estudios arqueológicos realizados, que ocuparía toda la anchura del Foro, unos 114 metros de longitud.
La comunicación entre la plaza y este edificio se hacía por unas puertas decoradas con jambas de mármol rojo procedente de Espejón, en la provincia de Soria.
En uno de los lados del gran complejo administrativo se encontraba la zona dedicada al comercio urbano. Se pueden ver los cimientos de pequeñas tiendas paralelas adosadas al muro del foro, las tabernae. En ellas, con unas dimensiones de unos 7 por 9 metros, se advierten estancias de diversa funcionalidad. Hay un espacio con un mostrador de atención al público y un área de almacén.
Por su parte, los grandes templos que tuvo la ciudad se levantaron en los extremos de los lados cortos del foro. Uno se localiza al sureste y estaba dedicado seguramente a Júpiter. De él conocemos el podium con dos escaleras de acceso. El segundo templo estaba en el extremo opuesto, más allá de la basílica. Tiene planta rectangular y su dedicación es desconocida.
Las Paredejas
Saliendo del conjunto del Foro hacia las termas, observamos un gran lienzo de encofrado de argamasa y guijarro que corresponde a un edificio parcialmente excavado.
Las Termas
Y como buenos amantes del agua, en esta ciudad romana no podía faltar un gran complejo termal de uso público.
En Clunia se conocen dos instalaciones de baños públicos.
Los Arcos I
Son las primeras excavaciones que te encuentras al otro lado del aparcamiento, según comienzas a descender por la pista.
Es un espectacular edificio con varias dependencias simétricas a las que se accede mediante un espacio abierto de grandes proporciones que, en sus dos lados mayores, está flanqueado por dos palestras o gimnasios que, además, se usaban como zona de recepción en las que se pagaba la entrada y se vendían perfumes. Este espacio daba paso a las dependencias de los baños propiamente dichas: dos vestuarios o apoditeria, decorados con mosaicos polícromos con temas geométricos, dos habitaciones frías o frigidaria con pavimentos de mármol, las habitaciones templadas o tepidaria y una sala central caliente o caldarium, etc. Esta duplicación de las estancias termales respecto de un eje axial responde muy probablemente a una distribución por sexos, existiendo un área para su uso por hombres y otro para el de mujeres.
Para conseguir calentar las distintas habitaciones que lo requerían, el edificio disponía de un sistema de calefacción consistente en dar tiro a unos grandes fuegos a través de cámaras situadas debajo del piso y por conducciones situadas en las paredes hasta el exterior. El agua de las bañeras de agua caliente, tepidarium y caldarium, se calentaba en grandes calderas y por medio de tuberías se conducía hasta las mismas.
El edificio se levantó en la segunda mitad del siglo II d. C., tal y como se deduce del estudio de los mosaicos y los pavimentos de mármol, aunque ya existía un edificio termal más sencillo en este lugar desde un siglo antes.
Los Arcos II
Cerca del otro edificio, se alzaba el de los Arcos II que no está excavado en su totalidad.
Como en el caso del otro complejo, el espacio se repartía de forma simétrica a partir de un eje longitudinal. Una palestra da acceso a unas dependencias en línea donde se realizaban los distintos tipos de baños.
Para completar el baño romano había que recorrer las diferentes estancias, remojándose y realizando inmersiones en las pequeñas piscinas allí instaladas. El proceso completo es extraordinariamente beneficioso para la salud. Aparte de liberar tensiones, ayuda a la circulación de la sangre, abre las vías respiratorias, elimina toxinas de la piel y la mantiene hidratada.
En este caso también se evidenciaron varias fases constructivas.
Y hasta aquí nuestro recorrido por la Colonia Clunia Sulpicia CCS donde te asombrarás con todos los hallazgos obtenidos hasta la fecha, a pesar de que todavía queda mucho por hacer.
💡 Si quieres descubrir más cosas interesantes para ver en la provincia de BURGOS, pincha el enlace.
Localización: https://maps.app.goo.gl/kkrbRVjSz5kMSnXN8
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