De vuelta a Portugal para conocer una ciudad medieval que supo crecer, adaptarse a los tiempos modernos y seguir conservando su esencia: Guimarães. Es una de las visitas indispensables en el norte luso por ello fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2001, capital de la cultura europea en el año 2012 y Ciudad Europea del Deporte en 2013.
Se considera el lugar de nacimiento de Portugal porque fue aquí donde nació el primer rey de Portugal, Afonso Henriques, que se convertiría en Alfonso I de Portugal, que además fue bautizado en una de las iglesias que a continuación vamos a visitar.
Sobre la importante historia de esta ciudad no vamos a comentar nada ya que se puede encontrar en multitud de páginas de turismo. Vamos a relatar nuestro recorrido para poder conocerla o casi, en una visita de un día, al menos conocer lo más significativo.
Podemos dividir el recorrido en tres partes diferenciadas:
- Colina Sagrada donde se encuentra el Castillo, el Paço dos Duques de Brangança y la Iglesia de San Miguel do Castelo
- Centro Histórico
- Montanha da Penha - Monte Santa Catarina
Nada mas llegar, a primera hora de la mañana, nos dirigimos hacia la colina para visitar el Castillo y todo el conjunto que lo rodea. Abre a las 10:00 horas y tiene un amplio aparcamiento en uno de sus laterales. Nosotros llegamos con tiempo, por lo que recorrimos toda la parte exterior y jardines hasta su apertura. Es una preciosidad y no os cansaréis de hacer fotos.
Forma parte de las murallas que rodeaban toda la ciudad antigua y empezó siendo un monasterio en el siglo X mandado construir por la Condesa Mumadona que se completaría con una fortaleza para defensa de la comunidad cristiana de los ataques de los moros y normandos.
En el siglo XII se traslada a vivir a él el Conde D. Henrique y D. Teresa quienes realizan grandes obras en el castillo para fortalecerlo. Estuvo ligado a varias batallas históricas como las de San Mamede y a partir del siglo XV se le conoce un periodo de abandono que no se recuperaría hasta el XX en que se procede a su restauración y puesta en valor. Es Monumento Nacional desde 1881.
En la entrada principal se encuentra la taquilla donde se compran las entradas. La normal al Castillo son 2€ pero se puede coger conjuntamente con la del Palacio y en total se pagan 6€. Lo más destacable es la Torre del Homenaje, recientemente restaurada, que alberga un pequeño museo de su historia. Hay que seguir un recorrido señalizado en el que varios vigilantes de seguridad nos van guiando.
Desde lo alto de sus muros tenemos una buena perspectiva al Palacio y a la Iglesia de San Miguel do Castelo a la que vamos a continuación.
Es una pequeña construcción de estilo románico del siglo XII declarada también Monumento Nacional. En el suelo se pueden ver numerosas losas grabadas de sepulturas de guerreros que contribuyeron a la fundación de la nacionalidad portuguesa. Además aquí fue bautizado el rey Alfonso Henriques, el primer rey de Portugal, como podemos ver en la pila bautismal en su interior.
Descendemos por sus cuidados jardines y vamos a conocer el Paço dos Duques de Bragança (Palacio de los Duques de Bragança)
Lo primero que nos llamará la atención desde el exterior es la cantidad de chimeneas que vemos en su tejado 😲 dentro veremos que cada una de ellas corresponde a una chimenea situada en cada estancia, era el sistema de calefacción que había en la época 😉
Como ya teníamos la entrada sacada en el castillo, entramos directamente y seguimos el circuito marcado. Si en el Castillo nos llamaba la atención la seguridad que había, aquí todavía es más. En cada esquina encontraréis a alguien del personal vigilando vuestros pasos.
Se trata de una majestuosa casa señorial del siglo XV mandada construir por el hijo bastardo del rey D. João I, Afonso, que sería Duque de Bragança y viviría en el palacio con su mujer Constança de Noronha.
Su aspecto exterior es como una casona fortificada con pequeñas puertas de acceso y numerosas ventanas simétricas en sus fachadas, pero el interior está lleno de detalles y perfectamente conservado cada rincón y cada estancia. Tapices, muebles, alfombras, cuadros, alcobas, armas, porcelanas...
A partir del siglo XVI comienza su abandono progresivo hasta que en 1937 se comienza su rehabilitación y puesta en valor.
Tomaros tiempo para la visita porque al menos una hora en el interior si estaréis.
En la parte baja de los jardines del Castillo podemos ver el edificio del Convento de Santo António dos Capuchos que también es visitable aunque nosotros nos lo hemos saltado, aunque cueste, al ser una visita de un solo día, hay que ir escogiendo lo que nos parece más significativo si no el día no nos dá 😏
Se trata de un convento del siglo XVII que fue comprado por la Santa Casa da Misericórdia en 1842 para utilizarlo como hospital. Destacan sus patios, claustro, la iglesia y su sacristía del siglo XVIII.
Hacemos un recorrido circular para recoger el coche del aparcamiento y abandonar la Colina Sagrada para irnos hacia nuestro segundo punto de nuestro día: el Casco Histórico.
El casco histórico de Guimarães hay que recorrerlo con calma, no es muy grande por lo que se puede realizar perfectamente a pie y hemos elegido el Campo das Hortas para dejar el coche y empezar nuestra caminata por sus callejuelas medievales.
Subimos por el Largo da República do Brasil con su hermoso jardín central y de fondo la Iglesia de Nossa Senhora da Consolação e Santos Passos del siglo XVIII al mas puro estilo barroco portugués, encontrando en el camino los Tanques Públicos que es un gran lavadero con los restos de lo que pareció ser un molino
Todo perfectamente cuidado... ¡qué envidia me dan los portugueses!
Queríamos visitar el ayuntamiento (Câmara Municipal en portugúes) que ocupa el antiguo Convento de Santa Clara desde 1975, y su claustro del siglo XVI, por ello nos dirigimos directamente hacia él ya que solo se puede acceder a su interior en horario laboral.
Sobrio, sencillo y sin más... nos esperábamos algo más especial ya que fue uno de los conventos más ricos de la época.
Por la calle Santa María vamos al Largo da Oliveira que es el punto fuerte de la ciudad.
Aquí tenemos el antiguo ayuntamiento - Paços do Concelho, la Igreja de Nossa Senhora da Oliveira, el Padrão do Salado y el famoso olivo que da nombre a la plaza, con numerosas terrazas y restaurantes donde tomar algo e incluso comer con menú del día que luego os comentaré.
Lo que más llama la atención es el pórtico gótico bajo el que hay un crucero en la puerta de la iglesia. Se trata del Padrão do Salado, un monumento mandado construir por el rey Alfonso IV en conmemoración a la victoria en la Batalla del Salado librada en 1340 (fue una de las batallas más importantes del último periodo de la Reconquista). En su interior hay un crucero instalado dos años después que tiene mucho que ver con la "leyenda del olivo" que está detrás.
Se dice que cuando instalaron el crucero, el olivo estaba seco y en ese momento revivió. Se consideró como un milagro de la Virgen y por eso pasó a llamarse Nossa Senhora da Oliveira y la plaza con el mismo nombre. El olivo fue retirado con la remodelación de la plaza en 1870, pero debido al clamor popular, se instaló otro en 1985 que es el que vemos hoy en día.
-Igleja de Nossa Senhora da Oliveira
Fue Real Colegiata desde el siglo XII hasta el año 1911 y sus orígenes se remontan a un monasterio dedicado al Salvador do Mundo, a la Virgen María y a los Santos Apóstoles fundado por la condesa Mumadona Días en el año 950.
El edificio estuvo sometido a reformas posteriores como la torre de 1515, la capilla mayor del siglo XVII. Está declarada Monumento Nacional desde 1910.
Praça de São Tiago |
Y en la Praça de São Tiago (Plaza de Santiago), una de las más antiguas, tenemos otra leyenda que dice que el apóstol Santiago trajo hasta aquí una imagen de la Virgen María y la colocó en una pequeña capilla que estaba aquí situada y fue demolida a finales del siglo XIX.
Nos dirigimos hacia el Largo do Toural pero no os olvidéis de pasar por la Rua Santa María, una de las más antiguas e importantes de la ciudad que conserva todo su aire medieval.
Es la plaza mas grande de Guimarães y se considera el corazón de la misma. Su nombre deriva de que en el siglo XVII era donde se celebraba la feria de ganado y consta de un largo paseo con una original verja dorada central, el Chafariz do Toural (fuente), la Basílica de São Pedro y la super fotografiada inscripción en una parte de la muralla de "Aquí Nasceu Portugal"
Atravesamos el jardín de la alameda y vamos a conocer la Zona de Couros (zona de cueros) y sus tanques conservados.
El trabajo del cuero es una tradición que se desenvolvió en la parte baja de la ciudad desde la Edad Media junto al río y fuera de las murallas, esta zona era conocida como el Burgo de Couros.
Se trabajaban las pieles de ganado bovino en condiciones precarias remojándolas en los tanques de granito en el suelo y las curtían. Descalzos, sometidos a las inclemencias del tiempo y al mal olor trabajaban hasta que las pieles se ponían a secar.
Descendemos por la Rua dos Couros hasta la antigua fábrica de curtidos Mirandas Ferreira & Carvalho que dejó de funcionar en el siglo XX. Podemos ver multitud de tanques simétricamente construidos en el suelo formando una curiosa estructura a ambos lados de las calles en los que se puede observar diferente antigüedad y tamaño según la fase de producción de cada uno, con el río siempre como protagonista para aprovechar sus aguas.
Y subimos de nuevo hacia la alameda porque llega la hora de comer 🍲 En todo Portugal, comer bien es fácil, y en Guimarães no iba a ser menos. Hay una gran oferta gastronómica con multitud de restaurantes en todo el casco viejo y en los alrededores del jardín de la alameda. Algunas recomendaciones pueden ser: la Taberna Trovador, el bar Martins, Churrasqueira do Toural o el Restaurante Buxa que es el que hemos elegido nosotros, mas que nada porque era el que tenía sitio y no había que esperar demasiado. Era día de semana, pero es una ciudad con mucho movimiento sobre todo de estudiantes y suelen estar abarrotados.
Uno de los platos que hemos comido es arroz caldoso con pulpo que estaba verdaderamente delicioso. Ahh! una cosa, los menús en todos los restaurantes incluyen solamente un plato y rondan los 9€
Antes de despedirnos del casco histórico, vamos a dar un paseo por la muralla.
Se puede acceder al lado del Museu Alberto Sampaio por una puerta con una inscripción que me gustó mucho: "Assim se faz Portugal!" y ya lo creo que se hace, y muy bien. Está justo entre el Largo da Oliveira y el Largo da República.
* Nos queda la tarde para seguir conociendo la zona y nos vamos a desplazar hasta la Montanha da Penha en el Monte de Santa Catarina que nos guarda una grata sorpresa.
Hay un Teleférico que parte de cerca del Parque das Hortas hasta la montaña, pero en invierno está cerrado por lo que hemos subido en coche.
La Montanha da Penha son 60 hectáreas de parque forestal con unas vistas increíbles a toda la ciudad, bueno incluso se puede ver el mar desde uno de sus miradores, y eso que está a más de 42 kilómetros en Vila do Conde. Aquí está situado el Santuario de Nossa Senhora do Carmo da Penha con un mirador en la parte trasera.
Es un lugar verdaderamente bonito para pasear, hacer rutas de senderismo y recorrer todos los caminos marcados entre las grandes peñas que forman grutas de cuento de hadas. Lo hemos pasado como enanos recorriendo cada escondrijo que veíamos y con ganas de más.
Comenzamos nuestra ruta al lado del hotel que es donde está uno de los aparcamientos habilitados gratuitos y descendemos para ver el mirador que está junto a una antena y la capilla de San Cristobal. Pero la sorpresa viene cuando descendemos entre las peñas y siguiendo el camino marcado por adoquines nos adentramos en todo un entresijo de encrucijadas y grutas que te puedes pasar un buen rato recorriéndolas.
Impresionante el "Penedo do Suspenso" que parece que roza el suelo pero si os fijáis no lo hace por milímetros... o el bar que está justo bajo las peñas.
Cambiamos de zona y nos vamos hacia la del Santuario pasando por el monumento a los aviadores portugueses Gago Soutinho y Sacadura Cabral, los primeros que hicieron la travesía aérea del Atlántico Sur en 1922
Un bonito trabajo de cantería.
Rodeada de una amplia zona recreativa con mesas y bancos para picnic, está la plaza del Santuario que no funcionaban los chorros de las fuentes que son muy bonitas.
El edificio es de traza moderna aunque la historia de este lugar se remonta al siglo XVIII cuando un ermitaño hace una capilla en honor a Santa Catalina en este lugar. Se realiza una peregrinación religiosa el segundo domingo de cada mes de septiembre que acuden muchas familias que luego aprovechan para comer en la zona.
Por la parte de atrás del santuario hay una balconada que hace de mirador y es el punto donde termina el teleférico. Desde aquí se puede ver a lo lejos incluso el mar, como antes os comentaba.
Desde aquí se puede seguir un camino hasta lo alto del Monte de Santa Catarina que podemos continuar hasta otro promontorio donde está la estatua del Papa Pío IX que es donde vamos a ir a continuación, pero también se puede llegar en coche justo hasta la plaza donde está la estatua
En una de las esquinas de la plaza hay unas escaleras que descienden y podemos hacer más rutas entre las peñas o penedos gigantes, todo super cuidado y la mayoría de los estrechos caminos están adoquinados.
Sin duda alguna, un lugar especial para esperar por la puesta de sol 🙌
En ESTE álbum de mi página de facebook podréis ver todas las fotos de este fantástico sitio.
Y el día se ha acabado pero creo que lo hemos aprovechado bien y de camino a casa aún nos pararemos en algún sitio más, seguro. 😅
Localización:
Moi ben explicado o que é cidade de Guimaraes...
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Ha sido un viaje que me ha encantado y así lo he contado 😀
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