Muy cerquita de la conocida Fortaleza de Valença do Minho, concretamente en Cristelo Côvo, es donde encontraremos este área recreativa muy completa para descansar después de las compras del día o simplemente ir a darse un baño en el río Miño.
El área de recreo o como dicen en Portugal área de lezer o parque de merendas, es bastante grande y tiene de todo, veréis: bajo una gran arboleda de carballos (robles) tenemos barbacoas, mesas y bancos de piedra, amplio aparcamiento, varios chiringuitos y un restaurante, y a tan solo unos metros el puerto deportivo con el edificio del Club Náutico donde se convocan varios concursos de pesca y se puede practicar deportes náuticos como kayak o canoa o simplemente darse un baño en el río puesto que dispone de amplia zona verde donde tomar el sol.
Por este punto pasa la eco-pista para los amigos del deporte hacia San Pedro de la Torre a una distancia de 6,4 kilómetros y continua hasta Veiga da Mira, un agradable paseo todo a la orilla del río que es muy frecuentado a pie, en patines o en bici.
En medio del parque y en lo alto de una pequeña colina, se encuentra el Santuario de Nossa Senhora da Cabeça subiendo unas escaleras que harán que nos sintamos importantes, puesto que nos han pintado una alfombra roja para recibirnos.
Una pequeña capilla de planta sencilla aunque muy coqueta y bien coservada, pero bastante famosa puesto que aquí se celebra en Semana Santa una gran romería con muchísima afluencia de gente de las dos orillas del río. Españoles y portugueses se unen en una de las tradiciones más antiguas de Valença, se trata de el Lanço da Cruz.
Se trata de una ancestral tradición de bendición de las aguas, una procesión fluvial a ritmo de gaitas, bombos y cornetas en la cual los romeros de los pueblos ribereños de Torrón (Tomiño) en la parte española y Cristelo-Covo de la portuguesa, salen en sus barcas para cruzar el Miño cada uno con sus cruces al atardecer de cada lunes de Pascua.
Consiste en que los párrocos de Sobrada y de Cristelo-Covo, en barca cruzan el río Miño con la cruz pascual para darla a besar a los feligreses de una y otra ribera, y celebran misa. Mientras, los pescadores echan al agua sus redes y la pesca que recojan, la gran parte de las veces lampreas, se dona a los párrocos. En ambas riberas se celebra la romería con música, por todo lo alto.
Una tradición popular de la llamada "raia minhota" (denominación que se le da a los pueblos que se encuentran en los dos países a orillas del río, ya que el Miño hace de frontera natural), que cada año congrega a más gente.
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