La Cepeda es una comarca histórica situada en la parte más occidental de la provincia de León, que comprende cinco municipios como son: Magaz de Cepeda, Villamejil,
Quintana del Castillo, Villagatón-Brañuelas y Villaobispo de Otero.
Está a caballo entre las comarcas de Omaña al norte, La Maragatería al sur, Ribera del Órbigo al este y El Bierzo al oeste.
Valles bañados por el río Tuerto y altitudes como el Pozo Fierro de 1.531 metros, o el Cueto Oliva con 1.434, el Cueto San Bartolo de 1.322 o el Manzanal con 1.230, son los contrastes que verás en tu camino.
La comarca cuenta con 2 embalses: el de Villameca y el de Villagatón. Ambos para regadío y abastecidos por las aguas del Tuerto el primero y del Porcos el segundo.
San Feliz de las Lavanderas
A pie de la carretera provincial LE-451 que atraviesa la comarca desde la vecina Omaña hasta Astorga, San Feliz de las Lavanderas es el primer pueblo que vamos a conocer en esta ruta que comenzamos de este a oeste, por el municipio de Quintana del Castillo.
En la plaza principal del pueblo está la Iglesia parroquial, barroca y vinculada a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén.
Al final de pueblo en la misma carretera y sobre una roca, hay un mirador a todo el valle, el Mirador de La Cepeda. También hay una pequeña área recreativa con mesas y bancos para merendar.
Hacía un frío y un aire que pelaba, pero las vistas merecen la pena
Si no lo has visto ya, desde ahí arriba, te llamará la atención unas torres en una casa en forma de castillo. Se trata de una edificación particular (para mi gusto bastante presuntuosa) que hizo el vecino del pueblo Benjamín Rojo Blanco, residente en Barcelona, a modo de fortaleza o palacio. Tiene iglesia propia, 19 habitaciones, 19 baños, un salón con capacidad para más de 200 personas, todo ello dispuesto en 3 pisos y unos 1.500 metros cuadrados.
Quintana del Castillo
Capital del municipio, Quintana presume de tener la iglesia más bonita de la comarca. En la misma calle San Julián verás el edificio del Ayuntamiento en una plaza con un crucero en piedra central.
La mayoría de sus casas son el piedra con techos de pizarra, aunque hay bastantes con uralita que al parecer se puso sustituyendo a la paja o techo.
Embalse de Villameca
En pocos minutos estás en el Embalse de Villameca que, como te comenté antes, lo abastece el río Tuerto, afluente del Órbigo, y algunos arroyos más para el riego de las cada vez menos fincas agrícolas del entorno.
Está entre los más pequeños de la cuenca del Duero. Se inauguró en 1947 y ocupa unas 200 hectáreas. La presa es de planta recta con 31 metros de altura y una longitud de 173 metros. Pero lo curioso de este embalse es que tiene otras dos más pequeñas, llamadas técnicamente collados y que miden en conjunto otros 565 metros más.
En verano es punto de reunión de vecinos y visitantes, ya que se practican deportes de vela, hay playa, pedaletas para alquilar y pinares para sombra. También se practica la pesca deportiva.
Si subes hasta el Cueto San Bartolo tendrás una vista privilegiada al embalse y alrededores a 1317 metros de altitud. En la cima, además de varios aerogeneradores, al lado de la pista verás una acumulación grande de piedras, es lo que queda de un cenobio de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén.
En el mirador hay un panel informativo con todo lo que estás viendo de la comarca, un banco y un marco para fotos gigante a modo de ventana de hierro.
A los pies de la presa y una vez atravesada la carretera LE-450, está el pueblo de Villameca.
Villagatón y embalse
Siguiendo por la misma carretera hacia el oeste, nos detenemos en Villagatón, que le debe su nombre al Conde Gatón que mandó repoblar la zona allá por el siglo IX, durante el avance cristiano hacia el sur en el reinado de Ordoño I.
Fue la primera capitalidad cepedana.
Villagatón presume de su iglesia de San Esteban. Tiene una planta bonita, la verdad, con piedra pizarrosa de la zona. Fíjate en su espadaña... entenderás porqué es conocida como la "torre de pisa cepedana".
A 300 metros hacia el norte por un camino de tierra, llegarás a la compuerta del Embalse de Villagatón, que solo se llenó una vez para las pruebas de resistencia. Se construyó en 1994 también para el riego, pero siempre tuvo deficiencias por los materiales empleados y ésto unido a que ya eran escasos los regantes en esos años, nunca cumplió con su función.
El muro de la presa tiene una altura de 39 metros desde la base del río Porcos, -afluente del Tuerto-, 205 metros de longitud y una extensión de 40 hectáreas.
Por otra pista puedes llegar hasta la parte alta de la presa y ver la poca agua embalsada.
Estos dos pantanos no son los únicos de la comarca, en Villamejil está el pequeño Embalse de San Vicente... también utilizado como zona de pesca por los vecinos 💧
Brañuelas
A orillas del río Tuerto, Brañuelas llegó a ser un importante nudo ferroviario y término de transporte del carbón recogido en las cuencas mineras de la zona, por ello haremos una visita a la estación del tren ejemplo de tiempos prósperos donde además veremos un museo.
Era una de las estaciones principales de línea Palencia-Coruña que llegó a Brañuelas en 1868 terminando allí, a los pies del Puerto del Manzanal, hasta que se construyó en 1881 el Túnel del Lazo para continuar hasta Galicia. Desde aquí se tomaba una diligencia hasta Torre del Bierzo para continuar camino.
Empresas como Antracitas de Brañuelas o Carbonífera, trazaron el tendido de cables de los teleféricos por los que se deslizaban las vagonetas que traían el carbón de la cuenca de Tremor hasta la estación para su transporte
Todo cambió en el pueblo con la llegada del ferrocarril, llegando gente de todas partes de España y Portugal para trabajar. Las locomotoras que llegaban de Madrid, tenían que parar y hacer cambio de máquinas por los distintos tramos electrificados; sus empleados tenían que pasar allí la noche y empezaron a surgir hostales, hospedajes y bares que estaban llenos hasta altas horas de la noche. Sólo en torno a la estación llegaron a trabajar cerca de doscientas personas.
El tren fue perdiendo protagonismo en favor del transporte por carretera en los años setenta del pasado siglo, la gente se fue marchando al faltar trabajo y las casas se fueron quedando vacías.
De los antiguos almacenes de la estación y del cargadero de mineral todavía quedan restos. Precisamente en uno de esos almacenes se ha instalado desde el año 2017 el Museo del Ferrocarril, Transporte, Comunicaciones y Minería de Brañuelas, donde conocerás de primera mano toda la historia del ferrocarril y la enorme importancia que tuvo para localidad, con documentos, fotografías, manuales del siglo XIX, libros que explican los cambios evolutivos desde que las primeras locomotoras de vapor como la Santa Fe, o una maqueta a escala.
⌚El Horario del museo es de martes a viernes de 9:00 a 15:00 horas y los sábados de 12:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00. La entrada es gratuita.
Debajo de la estación podrás ver una recreación de lo que sería una mina de carbón a tamaño pequeño, El Rinconín, con unas pocas vagonetas y la imágen de Santa Bárbara, patrona de los mineros en la entrada de la bocamina.
A la salida del pueblo en la calle Fanal hay un área recreativa con mesas, bancos y una pequeña represa del río Tuerto en forma de lago.
No pude acercarme más para hacer la foto porque las últimas lluvias tenían todo inundado y como no es época veraniega, las hierbas estaban bastante altas.
Montealegre y La Silva
Estos dos últimos núcleos de población están en la parte más occidental de La Cepeda y pertenecen al ayuntamiento de Villagatón.
En la entrada de Montealegre podemos ver un miliario romano formando parte de una fuente en una pequeña plaza. Estos miliarios eran empleados en las vías romanas para señalar la distancia en millas.
Su iglesia parroquial está dedicada a San Martín y el retablo fue traído del Monasterio de San Juan de Montealegre, al que vamos a visitar dentro de un rato.
Por las calles del casco urbano verás varias vagonetas del carbón, ahora como objetos de decoración, lo que antes formaba parte de la forma de ganarse el pan.
Por aquí cerca pasaba la antigua vía romana de Mérida a Astorga, la Vía Nova o Vía XVIII del itinerario de Antonino, que es una de las causas de las ruinas del Monasterio de San Juan de Montealegre que para verlo tendremos que ir hacia La Silva.
Ruta al Monasterio de San Juan
Hoy lo que se conserva es solo parte de su iglesia, algunos muros, la espadaña, alguna pintura policromada, el pie cilíndrico del altar que es un miliario romano reaprovechado... en fín, una completa ruina, que por su valor artístico fue declarada B.I.C. en 1993. Es lo que queda del antiguo monasterio de canónigos regulares de San Martín de Montes que aparece recogido en un documento del año 946.
Tiempo después el cenobio pasó a pertenecer al rey de León, Fernando II hasta 1165, que lo dona a la comunidad monástica de Poibueno de Torre del Bierzo.
En 1203 se integra en la Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén, pasando su advocación a la de San Juan.
En documentos de 1767 aparece como "San Juan de las Villas, iglesia de La Silva y Montealegre".
A finales del siglo XIX, por disposición del papa Pío IX, pasó a ser propiedad de diócesis de Astorga.
Se localizaron sepulturas antropomorfas de la comunidad abacial del siglo X.
Hay una descripción del conjunto del arqueólogo Manuel Gómez Moreno de 1925, haciendo mención a su belleza arquitectónica, con cabecera se sillería de finales del siglo XII, tres capillas, ventanas abocinadas, ábsides laterales en semicírculo, crucero del XVI al que ya le faltaban las bóvedas, capiteles de tipo corintio, pilas cuadradas, canecillos decorados con motivos zoomorfos, arcos llanos de medio punto...
A partir de ahí se fue deteriorando y los robos fueron innumerables. Algunas cosas fueron salvadas y se conservan en el Museo de los Caminos de Astorga, en la iglesia de Montealegre o en el Museo Alto Bierzo de Bembibre.
Los restos del cenobio permanecieron entre la maleza años, a los pies del Arroyo de la Silva. En algunas ocasiones la asociación de vecinos y voluntarios limpiaban el entorno. Y al fin, en el 2024 se realizan trabajos de limpieza y consolidación por parte del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, actuando en la espadaña, el altar y el ábside.
La espadaña está rematada por un mirador de madera
Cada 8 de agosto se celebra en el entorno la romería de los Hospitalarios de San Juan, donde los tres pueblos celebran actividades lúdicas y culturales y en la que destaca la recreación nocturna de la llegada de los monjes de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén.
Se puede acceder por pistas desde Montealegre, nosotros fuimos desde La Silva, saliendo del núcleo urbano por el oeste, hay una pista en tierra con indicaciones a la izquierda. Deberás pasar las instalaciones abandonadas de la Mina Pozo San Juan
y cruzar el puente sobre el río. Hay señalización e información.
Este camino forma parte de la Ruta del oro, carbón y el pan
Hasta aquí nuestro recorrido por la entrañable comarca leonesa de La Cepeda 😀 Espero que te haya gustado y te sirva de inspiración para montarte tu propia ruta por la zona.
Dónde comer
ah! que se me olvidaba. Para comer, al tratarse de pueblos pequeños no hay demasiada variedad. Nuestra idea era comer en el restaurante que está en la misma estación de Brañuelas que tiene muy buena fama, pero nada 😕 no hicimos reserva porque pensamos que al estar fuera de temporada no haría falta... y no tenían sitio, tuvimos que ir hasta Villamejil, donde a orillas del río Tuerto, hay un camping de lo más chulo con un restaurante super bien preparado.
Comimos de lujo con una buena oferta de productos y platos. Camping Reino de León, totalmente recomendable. Abren todo el año, AQUÍ te dejo su página web para más información
Y ahora sí, hasta aquí nuestra ruta, te dejo un mapa de la comarca para mejor ubicación:
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Bibliografía:
Asociación Cuatro Valles
guiarte.com
promonumenta.com/ ***
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