El pueblo medieval amurallado de Óbidos es, sin dudarlo un momento, uno de los más bonitos de Portugal; de hecho su castillo está declarado como una de las 7 maravillas del país.
Este artículo bien podría titularse "Óbidos bajo la lluvia", porque ¡menudo día que nos coincidió! no paró de llover en ningún momento ☔☔. Las fotos no lucirán tanto como en otras ocasiones, pero os garantizo que es una villa especial y particular, que bien merece un día entero para verlo con calma recorriendo sus calles empedradas con casas blancas, muros con franjas amarillas y azules, entrar en cada una de sus tiendecitas, visitar su castillo o pasear por sus murallas.
Si no puedes dedicarle un día entero, al menos reserva una mañana o una tarde. Será un acierto seguro! y si te coincide la época navideña como a nosotros, verás qué bonito está adornado todo 🎅
¿Dónde aparcar en Óbidos?
Antes de nada, como seguro que has llegado en coche, te diré que el casco histórico de Óbidos es peatonal, por lo que deberás aparcar fuera del recinto amurallado. Al ser un lugar muy visitado, por suerte hay varios aparcamientos a la entrada, unos de pago y otros gratuitos. Si vas fuera de temporada alta, no tendrás problema para aparcar.
En la entrada, frente a la gasolinera, verás el primer campo de tierra habilitado como aparcamiento gratuito. Luego está el campo junto al Acueducto y enfrente el de la Oficina de Turismo, ambos de pago. Tras pasar el Acueducto está el más grande que es el del Campo da Bola con suelo de tierra y gratis.
Qué ver en Óbidos
Acueducto de Usseira
Si has aparcado por el Campo da Bola seguro que ya habrás visto las arcadas del acueducto. Se extiende a lo largo de 3 kilómetros, data del siglo XVI y fue mandado construir por la reina Catarina de Austria, esposa del rey João III, para traer agua a la ciudad desde el manantial de Usseira.
Porta da Vila y Muralla
Una de las entradas al recinto amurallado y la más vistosa, es la Porta da Vila, que en su parte interior está revestida con azulejos portugueses del siglo XVII que representan pasajes bíblicos, y una inscripción en honor a la patrona de Óbidos, Nossa Senhora da Piedade, mandada colocar por el rey João IV en agradecimiento a la protección durante la restauración de la independencia portuguesa en 1640.
La muralla sin duda es un puro espectáculo, fue levantada durante el periodo de ocupación musulmana, pero claro, tiene restauraciones posteriores. Puedes caminar sobre su adarve y darte cuenta de su magnitud, así como disfrutar de las vistas a la ciudad y el colorido de sus casas. En algún punto supera los 13 metros de alto. Su acceso es gratuito y son unos 1,5 kilómetros.
Consta de 2 postigos y 4 puertas, por la que entramos Porta da Vila, la Porta do Vale o de Nossa Senhora de Graça, Porta Talhada o de la Rainha y la Porta da Estrada da Cerca. Los postigos son los de el Poço y el de Jogo da Bola.
Recorre la Rua Direita
Esta calle es el eje vertebral de todo el casco histórico, lo recorre de sur a norte desde la Porta da Vila hasta el Castillo.
Al ser también una calle muy turística, es donde están la mayoría de bares, restaurantes, tiendas de recuerdos y productos típicos como los licores o el chocolate.
Verás en muchos sitios a la venta su famosa Ginja o Ginjinha, es un licor de guindas típico de Óbidos que se sirve en una copa de chocolate.
💡 Un consejo. Recórrela con calma y calzado cómodo porque es empedrada.
Igreja de São Pedro
Subiendo la rúa Direita solo tendrás que desviarte unos metros a la derecha para ver la Iglesia de São Pedro y la Capela de São Martinho que está enfrente.
Al otro lado de esta pequeña plaza está el Ayuntamiento
Praça de Santa Maria
Unos metros antes de esta amplia plaza verás la Oficina de Turismo y el Museo Municipal, que ocupa una casa hidalga del siglo XVIII, con una importante colección de pinturas desde el siglo XVI al XVIII, además de armas medievales y restos arqueológicos de la ciudad romana de Eburobrittium, localizada recientemente en las inmediaciones de la Iglesia do Senhor da Pedra que luego visitaremos.
Casi enfrente verás el Pelourinho o picota donde se ajusticiaba a los malhechores;
Bajando hacia la Plaza de Santa María verás el edificio histórico del Solar dos Alboins, actual oficina de correos; y ya abajo una fuente de piedra del siglo XVI y la Iglesia de Santa María de Óbidos que data del XII y se cree que se levantó sobre una antigua mezquita.
Fíjate en su portada decorada y si tienes la suerte de encontrarla abierta, su interior está decorado con azulejos muy vistosos y obras de la pintora local Josefa del siglo XVII, que fue una de las artistas favoritas de la reina María Francisca de Saboya.
Igreja de São Tiago
Llegamos al final de la calle que es donde nos topamos con esta iglesia, junto a la muralla y uno de los torreones del castillo. Se accede a ella por una gran escalinata de piedra.
Te llevarás una sorpresa cuando entres, porque realmente es una librería, sí concretamente la Livraria São Tiago o de Santiago.
Castillo de Óbidos
Al final de la muralla y en lo alto está el Castillo que está declarado como una de las 7 maravillas de Portugal.
Su origen es romano y vivieron aquí hasta el siglo V. Luego vendrían los moros en el VIII que fortificaron el recinto. En el XII lo conquista el rey Alfonso I de Portugal siendo reformado en el XIV y en el XVI que es cuando se convierte en Palacio.
Es uno de los castillos mejor conservados de Portugal, y con su altura, sus torres, almenas y cubos no te dejará indiferente. Parece un lugar de cuento 🏰
No se puede visitar su interior ya que parte de sus instalaciones están ocupadas por un Hotel Pousada de cuatro estrellas, en el que te puedes alojar si quieres darte un capricho, y un restaurante.
Las únicas zonas visitables son los jardines traseros y la terraza mirador.
En sus jardines es donde se celebra cada mes de julio el Festival Medieval de Óbidos con actuaciones y un mercado que reúne mucha gente; el mercadillo navideño, el Festival Literario Internacional en septiembre/octubre o el Festival Internacional de Chocolate en marzo o abril.
Santuário do Senhor Jesus da Pedra
A poco más de un kilómetro del casco histórico puedes visitar este santuario barroco con una arquitectura digna de al menos una foto.
Data de mediados del siglo XVIII y tiene una original planta hexagonal con un círculo central al que se le unen 2 torres y una sacristía.
Si lo encuentras abierto, puedes ver la cruz paleocristiana de piedra que lo convirtió en un importante punto de peregrinación.
💡 Si todavía no lo has hecho, al lado del santuario hay varios restaurantes para comer que están muy bien, tanto de calidad como de precio

















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