Seguimos ruteando y conociendo un poco más de Castilla-León que como ya os he dicho en varias ocasiones es mi segunda tierra después de Galicia 😃
Esta vez nos acercamos a la Montaña Palentina, hasta la localidad de Revilla de Pomar para hacer una pequeña excursión de un día y visitar varios puntos interesantes que teníamos en la "agenda de pendientes".
El pequeño de la casa ilusionadísimo que está desde que le dije que uno de ellos era una cueva😎
Visitaremos en primer lugar el Espacio Natural de Covalagua que se encuentra inmerso en el Geoparque de las Loras y en la Ruta de las Cascadas que son nada menos que once desde Pomar de Valdivia, Orbaneja del Castillo, Yeguamea y Valdelateja. Nada menos!
Deciros que hay una ruta de senderismo que parte justo del mismo pueblo de Revilla remontando el río, nosotros hemos preferido empezar en el área recreativa que se encuentra un poco más arriba justo a mano izquierda siguiendo la carretera asfaltada.
Ahí aparcamos el coche y comenzamos la ruta por un sendero cómodo y ancho de unos mil cien metros más o menos, en el que vemos que la vegetación va aumentando a cada paso y así las sombras que se agradecen puesto que hemos ido en verano.
Llegamos enseguida al río y mediante unas pasarelas de madera serpenteamos un poco para conocer todo. La cascada como ya era de esperar, lleva poca agua, pero algún chorrete sugerente brota entre la piedra caliza formando unas refrescantes imágenes.
Como curiosidad comentar que el agua sale del interior por un sistema de galerías que se ha ido formando en el interior del páramo llamado Karst, hasta llegar al nivel más bajo y finalmente salen a la superficie por oquedades. Estamos ante el nacimiento del río Ivia.
El agua arrastra carbonato cálcico que se ha mezclado con la vegetación y el musgo en forma de terrazas lo que hace un paisaje espectacular.
Por unas escaleras se puede acceder a una cueva de unos 15 metros que no es visitable.
El río pasa por debajo del puente de madera para llegar a una pequeña presa con un agua azul turquesa que no pudimos resistirnos a probarla. Fría un rato, pero que bien nos vino!
El paisaje y las vistas a encajonado valle poblado de robles es espectacular.
Foto de revilladepomar.net |
Cueva de los Franceses
Cogemos el coche de nuevo y nos dirigimos carretera arriba y a 2 kilómetros nos encontramos con la entrada de la cueva con un amplio aparcamiento.
Ojo! consultad antes de ir los horarios en su página web que aquí os la dejo porque además tienen un acceso limitado.
En la recepción ya nos asignan el guía para la visita que constará de unos 500 metros y una profundidad máxima de 21 en un total de mil metros cuadrados de superficie.
Accedemos por un túnel artificial con un largo corredor que tiene tres portalones de cierre para igualar la temperatura y humedad e impedir desperfectos en las estructuras.
El guía nos va explicando todo paso a paso, e incluso curiosas figuras que forman las estalactitas, estalagmitas y columnas que ni siquiera nos habíamos dado cuenta si no nos lo dice, como la cara de gorila, una virgen, un órgano o un nacimiento con sus reyes magos y todo. Además con la iluminación que tienen hace que sea un agradable paseo.
Algunos pasillos son estrechos y tenemos que pasar de uno en uno y según vamos avanzando, el frío se va notando más
El descubrimiento de la gruta fue accidental ya que, según nos cuenta nuestro guía, fue un pastor que pastaba con su rebaño el que vio como de repente le desapareció una oveja y al acercarse al lugar, vio que se había caído por un agujero que había en el suelo. Descendió para rescatarla y descubrió las maravillas que había escondidas aquí.
Este primer acceso era mediante cuerdas por un estrecho hueco hasta que se habilitó el actual.
La cueva, fue dada a conocer en 1904 por D. Luciano Huidobro, sacerdote, catedrático y erudito. Temporal residente del pueblo próximo de Puentetoma.
El origen del nombre de "Cueva de los franceses" es debido a que durante la Guerra de la Independencia de 1808 hubo una batalla que se desarrolló en estas tierras donde las tropas de los Húsares Cántabros lucharon contra el ejercito Napoleónico. Los españoles ganaron esta batalla y ante la imposibilidad de enterrar los cadáveres de los derrotados franceses decidieron arrojarlos dentro de la sima.
Ahh, no se pueden hacer fotos dentro, por lo que el único recuerdo que nos queda fue el posado con nuestro guía al término de la visita.
Nuestra siguiente parada es el Mirador de Valcabado en lo alto del Páramo de la Lora de Valdivia que tan solo tardaremos 2 minutos en coche.
Estamos a 1.137 metros de altura por lo que hay unas vistas estupendas al valle de Valderredible que ya pertenece a Cantabria, y hay un vértice geodésico que nos indica el punto exacto de unión de las tres provincias Palencia, Burgos y Cantabria.
En el mirador consta de un balcón suspendido en la montaña y en algunas partes la regilla de acero del suelo nos deja ver el interminable fondo y da un poco de vértigo. Pero es alucinante.
Cómo llegar:
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