Visita a Wamba y su Osario, un viaje al mundo de la muerte


Aprovechando nuestra estancia por la comarca de los Montes Torozos, nos desplazamos hasta el pueblo de Wamba a tan solo 17 kilómetros de la ciudad de Valladolid. Se trata del único pueblo de España cuyo nombre empieza por W, y guarda uno de los tesoros históricos mas relevantes de la provincia, se trata de su Osario que además es visitable.

Este curioso nombre proviene del año 672 al fallecer en esta localidad el rey visigodo Recesvinto y ser elegido Wamba como sucesor, siendo uno de los últimos monarcas cristianos antes de acontecer la invasión musulmana.


Nuestro objetivo era visitar el Osario que se encuentra en la Iglesia de Santa María de la Asunción que es otra de las joyas mozárabes con que cuenta. Lo sé, pensaréis que es un poco macabro, pero estos sitios tienen cierto encanto que atrapa.
Nos acercamos hasta la localidad un día frío de invierno, por lo que no nos fue difícil aparcar en la plaza situada justo enfrente de la iglesia, después de habernos recibido una gran escultura del rey visigodo a la entrada del pueblo.






Justo enfrente de nosotros, la iglesia de Santa María de la Asunción que data de entre los siglos X y XII de piedra con sillares irregulares; un antiguo templo visigodo convertido en mozárabe con algún aire románico y gótico formando una mezcla de estilos formado a lo largo del tiempo. Es la iglesia parroquial y sobre ella gira gran parte de la historia del pueblo.
En la entrada nos espera un guía que tras pagar 2€ nos enseña con esmero todas sus dependencias. Observamos tres naves con capillas rectangulares en la cabecera de estilo visigodo y un patio en el que hubo un claustro. Una de las puertas laterales se haya bajo un pórtico con columnas del siglo XII.
El resto de la iglesia es de estilo románico y nos paramos en más detalles como en los capiteles con motivos vegetales y animales; varios canecillos de motivos diversos; un nicho de estilo flamenco; un retablo del siglo XVI.
Destacan dos capillas la de Doña Urraca (de estilo gótico) y la del Osario que está formada por cráneos y huesos.
Y a través de una pequeña nave lateral entramos en una capilla con una bóveda en forma de palmera que el guía nos dice que es conocida como "El árbol de la vida", desde luego es muy curiosa.



Siguiendo nuestra visita por lo que fue el claustro, ahora sólo vemos sus restos, accedemos a través de una pequeña puerta metálica cerrada con llave al gran tesoro que estábamos esperando... el osario de la Orden de San Juan.


Impresiona nada más entrar en la pequeña sala con bóveda de cañón, sobrecoge ver amontonadas cientos de calaveras y huesos en suelo, paredes e incluso el techo, además la luz ambiente que tienen en la sala le da un aspecto todavía más escatológico y una leyenda que reza al entrar que dice:
Como te ves, yo me vi, 
como me ves te verás. 
Todo acaba en esto aquí. 
Piénsalo y no pecarás
Aquí hay restos de más de 2000 personas entre monjes, mujeres y niños que se recopilaron desde el siglo XII al XVII por razones desconocidas, aunque existen varias hipótesis de su procedencia como que son de un antiguo cementerio de la localidad, o de hospitales o de frailes que habitaron en el monasterio. Sin lugar a duda, un viaje al mundo del más allá, al mundo de la muerte...
Os prometo que ahí dentro te quedas sin palabras.


Se dice que había muchos más restos humanos de los que hay en la actualidad ya que en los años 50 el Dr. Gregorio Marañón se llevó 2 camiones llenos de huesos y calaveras para estudiarlos en la Universidad Complutense de Madrid y nunca regresaron al pueblo.



Para vuestra información os diré que la Oficina de Turismo está abierta los viernes de 17 a 19:30 horas y sábados, domingos y festivos de 11 a 13:30 y de 17 a 19:30.
El resto de la semana se puede concertar una visita llamando al teléfono 679 142 730. Su entrada cuesta 2 € por persona y 1€ para grupos de más de 15 personas.

Situación:

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