Petroglifos y playa de Mogor


En la península del Morrazo, concretamente en la parroquia de Marín de Mogor, es hasta donde vamos a ir hoy para conocer una de las estaciones rupestres más analizadas de toda Galicia, se trata de los Petroglifos de Mogor, conocidos popularmente como Laberintos de Mogor.


Accedemos por la parte baja del lugar conocido como A Barriada, siguiendo las señalizaciones hacia la playa, y lo primero que nos vamos a encontrar es el Centro de interpretación que fue construido en el año 2011.


Aquí disponemos de una serie de paneles interpretativos que nos explican el mundo del arte rupestre y la interesante figura característica de este conjunto que es el laberinto.
El centro está abierto de manera continua en los meses de verano, pero si vais en invierno como lo hemos hecho nosotros, solamente atenderán con visitas concertadas a grupos de más de 10 personas.

Pero como el acceso es libre y gratuito en cualquier época del año; por detrás de la caseta que alberga el Centro, accedemos a la zona ajardinada donde a través de caminos adoquinados y pasarelas de madera tenemos una visión perfecta a cada detalle.

Por supuesto recordar que no es necesario tener que pisar las piedras ni los grabados para poder observarlos bien. Entre todos debemos cuidar y preservar estos legados de nuestros antepasados.


Se trata de la concentración de laberintos más amplia de todos los encontrados de momento en Galicia y tienen su origen entre los años 3.000 y 2.000 A.C.

Son tres grupos de grabados rupestres en los que además de los laberintos hay combinaciones de círculos concéntricos, círculos simples, cazoletas o un ciervo, y son los siguientes:



1.- Pedra dos Mouros o Pedra da Moura Encantada, es el conjunto de rocas mas grande y en el que podemos ver hasta 23 combinaciones circulares ligadas por líneas curvas, varios grupos de cazoletas, dos combinaciones pseudo-laberínticas, cuatro círculos sencillos y un cérvido que apenas se ve.



2.- Pedra do Labirinto es una roca alargada  de unos 5 metros por algo más de 1 metro de ancho que representa un laberinto formado por unos surcos anchos y profundos alrededor de una cazoleta y con unos apéndices en la parte superior. En el resto de la superficie de la roca hay más combinaciones circulares con cazoleta en el centro y círculos sencillos, más superficiales que el anterior.



3.- Pedra dos Campiños, la vemos siguiendo el sendero y en la parte baja. La hora del día de nuestra visita no era la adecuada, y entre sol, sombra y que aquí los grabados no son tan marcados como en las anteriores, apenas pudimos vislumbrar un laberinto.


En el año 2016, el investigador Antonio Costa aporta una nueva interpretación sobre lo que podemos ver sobre la "Pedra da Moura", descartando que se trate de un laberinto de tipo clásico como hasta la fecha se había creído, sino de la representación del mito de la serpiente.

La equivocación al vincular el petroglifo gallego con una obra de conexión mediterránea llevó desde un primer momento a cambiar el nombre original del petroglifo, que pasó a conocerse como "laberinto". El investigador explica que se identificó la figura "con un laberinto como aparecía representando en monedas cretenses y que justificaban esas ambiciones de un pasado clásico, completamente mediterráneo, de los descubridores.

Así, para identificar el petroglifo con un laberinto lo que hicieron fue manipular visualmente la figura y en los dibujos y las fotografías más antiguas se sobrepone sobre el grabado original un motivo en forma de cruz central que no existe en realidad en la roca.

"Hay una foto publicada en 1935 donde se ve que a la figura se le marcaron unos trazos negros por arriba para situar una cruz donde no la hay, el grabado en la roca no tiene ese trazo, así que había una intencionalidad: que se parezca a un laberinto clásico".

Mantiene que lo que hay en el centro del grabado no es una cruz sino una oquedad y lo que representa la piedra es el cuerpo de una serpiente. De ello se derivaría el nombre de la piedra sobre la que está "la moura encantada", un personaje mitológico que se transformaba en serpiente y que había que desencantar con rituales u ofrendas.
Añade también que tendría color y que con los años y la erosión hicieron que el color desapareciese.

"Seguramente casi todos estaban pintados, son piedras casi planas, a ras de suelo y a veces apenas se ven salvo en horas muy concretas del día y que pasan muy desapercibidas a menos que estuviesen pintadas, seguramente con colores muy llamativos"


Justo enfrente del área arqueológica esta la Playa de Mogor, que cuenta con un paseo todo a lo largo del litoral uniendo las playas de Portocelo y dos Namorados cerca de Aguete.


Una recogida playa de forma redondeada con arena fina con aguas tranquilas y muy concurrida en verano por encontrarse muy cerca de núcleos urbanos.
En su parte alta tiene un frondoso bosque con lo que en parte de la playa podemos tener también sombras para los que no les guste tanto el sol.
Cuenta con bandera azul y por ello cuenta con todos los servicios requeridos como puesto de socorro, duchas, cafetería y restaurante, pasarela con rampa de acceso para discapacitados y baños públicos.


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