Estamos en San Román del Valle y a las afueras, entre campos de cultivo, se encuentran las ruinas del Santuario de Nuestra Señora del Valle, conocido popularmente como Convento del Valle.
En la parte derecha del conjunto podemos ver una pequeña ermita dedicada a Nuestra Señora del Valle a la cual vienen en romería desde el pueblo en los festejos.
Tanto en la fachada barroca principal, como en su interior, solo quedan restos de hornacinas en las paredes que nos da idea de la gran decoración que tenía. El techo ha colapsado estando el suelo cubierto de escombros y tejas, y al fondo lo que fue el altar mayor.
Fue panteón de los primeros Condes de Benavente, la familia Pimentel, y tenía uno de los artesonados de estilo gótico-mudéjar más preciados de la provincia, lujosamente decorado en color oro y rojo, con pechinas de lazo y paneles de tracerías góticas y con un friso en su base de yeso completamente tallado.
Gracias al esfuerzo de los vecinos se encuentra libre de maleza, y también fueron ellos los que decoraron su camino de acceso con unas curiosas piedrecitas pintadas con palabras, frases y refranes.
En la parte derecha del conjunto podemos ver una pequeña ermita dedicada a Nuestra Señora del Valle a la cual vienen en romería desde el pueblo en los festejos.
Todos estos frutales y jardines son cuidados por los vecinos.
Entramos en la iglesia por su fachada principal con la torre del campanario bien conservada, a la izquierda se ven los restos de las dependencias monacales.
Tanto en la fachada barroca principal, como en su interior, solo quedan restos de hornacinas en las paredes que nos da idea de la gran decoración que tenía. El techo ha colapsado estando el suelo cubierto de escombros y tejas, y al fondo lo que fue el altar mayor.
La iglesia estuvo en activo celebrando misas hasta la década de 1960 y es increíble que esté en este estado a pesar del poco tiempo que hace de su abandono. Pero ya os contaré los múltiples expolios que se realizaron aquí.
Por la puerta lateral accedemos a lo que fue el claustro del convento apreciando a duras penas los muros de tapial que rodeaban las estancias.
Al fondo del conjunto se puede ver la entrada a una pequeña cueva derrumbada en parte, que podrían ser perfectamente parte de las bodegas del convento.
Observando con detenimiento la amplitud de todo el conjunto, nos damos una idea de la importancia que pudo tener.
Fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural) en el año 2022 tras un largo periodo de luchas por parte de los vecinos para su conservación.
La historia de este convento comienza cuando un pequeño grupo de franciscanos se asienta junto a la ermita de la Virgen del Valle autorizados por el Obispo de Astorga en el siglo XIV, para atender a los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela.
También fueron apoyados por Juan Alonso Pimentel, primer Conde de Benavente y su familia, gracias a los cuales se construye una gran iglesia gótica en el lugar que ocupaba la ermita. De ella solo queda el gran arco apuntado que separa la nave del presbiterio y la cabecera que estaba cubierta por un riquísimo artesonado morisco.
Durante el siglo XVIII se realizó una gran reforma en la iglesia añadiendo la torre campanario, la fachada y la nave con sus puertas de acceso.
Del conjunto monacal se sabe que contaba con bodega, granja, palomar, estanque para regar las huertas y dependencias para los monjes.
Con la exclaustración producida por la Desamortización de Mendizábal en 1835, el convento fue abandonado yendo deteriorándose poco a poco; sus piedras fueron aprovechadas para hacer construcciones en el pueblo, objetos de valor desaparecieron y otros elementos fueron trasladados, como:
🟪 Las campanas están en Benavente, en la iglesia de Santa María de Azogue
🟪 Su artesonado gótico-mudéjar está en la Torre del Caracol del Parador de Benavente
🟪 Sepulcros góticos y varios objetos de valor en el Museo Diocesano de Astorga
En el año 2018 se realizó una intervención arqueológica por parte de la Junta de Castilla y León, consolidando puertas y los restos de las pandas del claustro.
Siguiendo la pista hacia el pueblo, nos dirigimos hacia la plaza mayor donde está el ayuntamiento, las ruinas de la iglesia parroquial que también tuvo que ser muy bonita y al lado la nueva, que al ser de traza moderna nada tiene que ver.
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