En la parroquia de Salcedo de la provincia de Pontevedra, está situado el
Pazo de la Carballeira de Gandarón, o simplemente
Pazo de Gandarón.
A pesar de que está a pie de la carretera N-550 en el tramo que va desde Redondela a Pontevedra, os prometo que jamás había oído hablar de él, hasta que con motivo de la celebración de la Semana del Patrimonio Invisible este mes de julio 2024, organizada por el Concello de Pontevedra, pude acceder a la finca con una visita guiada.
La finca tiene una extensión de 12 hectáreas y es propiedad de la
Diputación de Pontevedra desde 1928. Además de las diferentes parcelas dedicadas cada una a un tipo de cultivo, que ya nos sorprenden al entrar, hay varias edificaciones siendo la más antigua la del
Pazo propiamente dicho, que data del siglo XVIII.
¿Y a quién pertenecía este pazo? Pues al arzobispo de Santiago de Compostela,
Sebastián Malvar y Pinto, que era natural de esta parroquia y lo manda construir para ser su residencia familiar.
Encima de la puerta de entrada a la
capilla se puede ver su imponente
escudo familiar. Al lado una de las puertas de entrada al pazo original de la época.
El guía nos va enseñando diversas partes de la finca como este precioso
hórreo de 11 pares de patas o pies, sobre una
eira empedrada que se conserva espectacular.
Una de las obsesiones del arzobispo, era que la finca no dejase de pertenecer a la familia, y así fue pasando de mano en mano por varios miembros de ella dejando cada uno una nueva reforma o añadido, como los Becerra Malvar, que serían de los últimos nobles en residir en el pazo y cuyas iniciales podemos ver en la verja de una de las entradas.
Estarían así mismo relacionados con otros personajes históricos como la escritora Emilia Pardo Bazán y varios ministros de la II República Española.
Destaca en la parte delantera del pazo un bonito cenador / mirador de forja realizado por la Fundición Sargadelos de Cervo (Lugo) al igual que las verjas de entrada y las balaustradas de balcones y escaleras que veremos luego con detenimiento al seguir la visita al interior. (Sí, si, la misma Sargadelos que luego sería la famosa fábrica de cerámicas).
Junto al cenador un conservado jardín con varias especies de árboles centenarios, una bonita colección de camelias, pequeño bosque de bambú y un estanque con puente de madera para atravesarlo.
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| Araucaria incluida en el Catálogo de árbores Senlleiras de Galicia |
La propiedad pasaría por etapas de decadencia y abandono hasta que es comprada en 1928 por la Diputación de Pontevedra siendo presidente Daniel de la Sota, para cederla posteriormente para ser la sede de la Misión Biológica de Galicia, entidad vinculada al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), en la que se realizan labores de investigación y estudios agrícolas y forestales, desarrollando material genético para que la agricultura tenga menores necesidades de abonado y riego. Así mismo, también se trabaja en procesos genéticos que intervienen en la adaptación, evolución, calidad y resistencia al estrés de las especies vegetales cultivadas.
En la actualidad entre su personal están 13 científicos y 7 investigadores postdoctorales, además de administrativos y demás gente que trabaja en la finca que hacen un total de 90 personas.
La Misión Biológica de Galicia fue creada en 1921 por la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, y junto con el Laboratorio de Biología del Museo de Ciencias Naturales dirigido por Antonio de Zulueta, fueron los dos principales centros en investigación genética.
Su primera sede fue en la Escuela de Veterinaria de Santiago de Compostela, dirigida por Cruz Gallástegui, donde permaneció hasta 1926 cuando desaparece dicha Escuela y pasa al año siguiente para Campolongo y en 1928 para el Pazo de Gandarón en Salcedo, hasta el día de hoy.
En la parcela se pueden ver tres edificios principales y varios secundarios que se fueron adaptando y construyendo siguiendo las necesidades de cada época y uso. Como por ejemplo el pazo se reforma para albergar las oficinas y laboratorios y los graneros en cuadras para la cría de cerdos.
También se construyen nuevos como el Edificio Miguel Odriozola, construido en la década de 1940 para la cría de cerdos, dentro de una línea de investigación sobre genética animal iniciada por Miguel Odriozola en la anterior década.
Al terminar esta investigación en 1987, se decidió la remodelación del edificio, que fue realizada entre 2002 y 2003 por el arquitecto Mauro Lomba.
El Edificio Cruz Gallástegui, es de la década de 1960 del arquitecto Alejandro de la Sota, y se realiza para albergar las oficinas que hasta ese momento estaban en el interior del pazo que ahora vamos a visitar.
Lo primero que vemos al entrar al pazo es su fantástica escalera con balaustrada de forja y peldaños de piedra en el primer piso y de madera el resto hasta el ático donde hay una pequeña biblioteca con algunos ejemplares que no fueron trasladados al nuevo edificio.
También una
sala de reuniones
En el piso de abajo está la
sala de juntas desde donde te puedes asomar a uno de sus
balcones y contemplar los jardines desde otra perspectiva.
En el piso inferior hay varias estancias con pequeñas oficinas, la cafetería que guarda una chimenea original de la casa en mármol blanco,
y laboratorios que esconden un viejo lagar donde se realizaba el vino procedente de las cepas de la propia finca.
Y hasta aquí el resumen de nuestra visita al
Pazo de Gandarón de la mano de nuestro guía Manuel en la
Semana del Patrimonio Invisible. Una iniciativa que hay que aplaudir para que se descubran todos esos secretos que permanecen escondidos y a la vista de tan solo unos pocos privilegiados.
Espero que te haya gustado y si tienes más datos sobre este sitio o notas que hay algún fallo, no dudes en ponerlo en comentarios. Muchas gracias.
¡Ahh! una cosa que me olvidaba comentar y que me pareció curiosa. El agua en la finca corre por todos lados, debe tratarse de algún manantial que han canalizado, ya que no he encontrado en los mapas ningún arroyo ni riachuelo que pasara por ahí. Para regar los cultivos, ¡estupendo!💧
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