Sabíamos que no es época para visitar las hermosas fervenzas (cascadas) de Galicia, pero no podíamos perder la oportunidad, ya que estábamos por la zona, de visitar una de las que se catalogan como de las más bonitas de la comunidad.
Se trata de la Fervenza de Brañas o de Toques, puesto que está en en este Concello. Aquí el río Furelos nos ofrece una caída de casi 40 metros de altura, justo al lado de una pista forestal con fácil acceso incluso en coche.
Una pequeña área recreativa que hace de mirador al lado de la fervenza y un antiguo molino medio en ruinas, llamado "Muíño da Fervenza", es lo que podemos ver al acercarnos al lugar.
Viendo las dimensiones del molino, ya nos imaginamos la importancia que tenía en su época de moliendas.
La primera decepción al llegar fue la falta de agua, que aunque ya lo esperábamos, no dejó de surgir la frase en boca de todos: "en época de lluvias, ésto tiene que ser impresionante"
Una pareja que estaba turisteando también por la zona, nos decían que en invierno ellos ya vieron el agua pasar por encima del molino de la fuerza que traía.
Y la segunda fue vez lo poco cuidada que está la zona, pudimos adivinar que existen mesas y bancos de piedra en la zona de descanso, porque los matorrales y hierbas lo inundaban todo.
Una pena que lugares así, no se mantengan en buen estado para el disfrute de todos.
Esta fervenza es parte de la ruta de senderismo PRG-166 y a partir de aquí el río Furelos continua montaña abajo hasta dejar sus aguas en el río Ulla.
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