Un recorrido por la costa occidental asturiana, desde Cudillero hasta Tapia de Casariego

En la Costa Occidental Asturiana el primer pueblo en el que nos vamos a detener está considerado como "uno de los más bonitos de España" con sus casas marineras de colores escalonadas en la montaña mirando hacia el puerto

Sin duda alguna te hablo de

Cudillero

No me cansaré de decirlo: ¡Qué bonito es Cudillero! 😀

Habíamos estado hace muchos años y ya me había enamorado del lugar. Esta vez en un nuevo recorrido por la costa asturiana, no podía faltar una nueva visita.

No os contaré qué ver en esta villa marinera como una guía al uso, porque lo mejor es recorrer sus calles, su puerto y miradores para disfrutar al completo de esta maravilla.

Es uno de los lugares más turísticos de Asturias por ello encontraréis tiendas, restaurantes y hospedajes por todos lados. Su pasado ligado al puerto pesquero, todavía se respira hoy.

Está enclavado entre dos montañas y sus casas de colores cayendo hacia el acantilado es uno de sus principales atractivos.

Para aparcar en Cudillero tienes dos opciones ya que todo el centro es peatonal. Una de ellas es dejar el coche en la parte de arriba y otra es en la explanada del puerto cerca de la oficina de turismo y de las letronas. 

De ahí accederemos a la Plaza de la Marina y la del Comercio, unas de las más fotografiadas de Asturias, creo yo. Si quieres aprovechar para comer, aquí tendrás una buena oferta gastronómica y puedes elegir cualquiera, en todos se come de lujo.

Unas buenas "fabes con almejas" para reponer fuerzas, y seguimos caminando.

Desde ahí nos dirigimos hacia el puerto viejo por el paseo marítimo para ir hacia el Faro, pero el camino estaba cortado y nos tuvimos que conformar con verlo desde arriba, desde el Mirador de la Garita y el de la Atalaya que están casi juntos.

Hasta ellos puedes acceder por unas escaleras desde el espigón o también en coche por la carretera del cementerio.

Las vistas desde aquí arriba son impresionantes.

Pero la verdad que miradores no faltan. También están el del Pico, el Mirador de Cimadevilla, el Mirador el Baluarte, Mirador del Contorno o el de Salsipuedes.

Luego callejear es la mejor opción. Es un pueblo pequeño y lo recorrerás fácilmente en una mañana o una tarde, eso sí, prepárate para las cuestas!

En la Plaza de San Pedro está el ayuntamiento y la Iglesia parroquial que no he podido fotografiar ya que estaba en obras y cubierta con una lona. 

Más arriba está la Capilla del Humilladero que es la construcción más antigua del pueblo.

A tan solo 2 kilómetros está la Quinta de los Selgas en El Pitu con unos jardines impresionantes que merece la pena visitar. Puedes ver la entrada que le he dedicado AQUÍ 

Cabo Vidio

Seguimos hacia el oeste y a 11 kilómetros está Cabo Vidio con sus acantilados de cuarcitas y pizarra a más de 80 metros de altura

Después de pasar la población de Oviñana seguiremos la carretera que nos lleva directamente hasta el Faro, uno de los más nuevos de España ya que se construyó en 1950.

A finales del año 2020 se realizaron obras de rehabilitación eliminando una construcción anexa que afeaba el conjunto.

Rodeando el faro hay un camino desde el que se pueden divisar los acantilados y el islote Chouzano, pero ojo! que es un poco peligroso sobre todo si hay mal tiempo.

Desde aquí se puede divisar Estaca de Bares o el Cabo de Peñas en días claros, lástima que nos tocó un día bastante pocho con lluvias intermitentes y mala visibilidad.

Como tenemos que regresar por la misma carretera, nos detenemos en los miradores que encontramos a nuestro paso, como los 2 de El Fortín sobre la Playa de Peña Doria y el Mirador de Cueva sobre la Playa de La Cueva.

Hay un sendero por el que se puede bajar hasta la playa.

Playa del Silencio

En este recorrido por la costa asturiana no podía faltar una visita a esta playa catalogada como "una de las más bonitas de España". Se trata de la Playa del Silencio.

Con forma de concha protegida por el acantilado, con una longitud de unos 300 metros, no esperes ver chiringuitos, bandera azul ni blanca arena ni duchas. No los verás. Es una playa virgen a pesar de la gran afluencia de turistas.

Sus aguas de color azul turquesa con pequeños islotes aflorando la hacen muy característica.

Otra de las cosas por las que llama la atención son las ondas que se forman al bajar las olas, debido a los cantos rodados de que está formada.

También es conocida como del Gaviero y para acceder tenemos que ir hasta Castañeras y veremos indicaciones. El tramo final es un camino circular de tierra con poco espacio para aparcar, por lo que tendremos que dejar el coche en cuanto podamos, para luego descender unos 300 metros por un estrecho camino entre árboles para llegar al mirador sobre la playa.

Luego unas empinadas escaleras nos llevan hacia la orilla del mar.

Su aspecto cambia bastante con bajamar.

Faro de Cabo Busto

Damos un salto bastante grande ya que el tiempo no da para más y las vacaciones no son eternas 😎 y nos vamos hasta Cabo Busto en la costa de  Luarca, donde además de ver su Faro podemos aprovechar para hacer un poco de senderismo siguiendo la ruta PR AS-4 que parte del pueblo de Busto y llega hasta el extremo del cabo donde se encuentra el faro y los miradores.

El total de la ruta son 8 kilómetros bastante fáciles de hacer, aunque también nos podemos conformar con hacer una circular alrededor del faro desde el área recreativa que veremos a la entrada junto al aparcamiento.

Una vez más las vistas hacia los acantilados y al Mar Cantábrico, están servidas y no nos defraudarán.

El Faro de Busto fue construido en 1858, ampliada su planta en 1920 con la forma de U que vemos actualmente y su torre fue reemplazada en 1962.

Todo el recorrido por la parte de atrás del faro es un continuo mirador hacia los acantilados, pero en el extremo más saliente podemos disfrutar de las vistas con más tranquilidad. 

Otro mirador lo tenemos en el primer parking que nos encontramos, en Monte del Cabo con vistas a la Playa del Bozo.

Si tenéis la oportunidad de disfrutar de un atardecer desde aquí, no os lo perdáis. 

Luarca

Si en la villa marinera de Cudillero nos sorprendían sus casas de colores, en Luarca admiraremos el blanco como predominante, por algo es también llamada la "Villa Blanca", y aunque parezca una contradicción, ¿sabes como se llama el río que recorre el pueblo? pues es el Río Negro 😊. 

Está situada entre 2 miradores con sus capillas, la de San Roque y La Blanca a la que accederemos subiendo el barrio de pescadores de El Cambaral donde se respira tradición marinera entre sus estrechas calles, llegaremos a la Mesa de Mareantes y Navegantes en homenaje a los  antiguos marineros construida  sobre los restos de una antigua fortaleza del siglo XVI.

A continuación está el cementerio que presume ser el más bonito de todo el Cantábrico, donde está enterrado junto a su esposa el Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa oriundo de la villa, y una pequeña cuesta nos conduce hasta la Ermita de La Blanca también conocida como de La Atalaya o del Buen Jesús Nazareno.

Detrás de la ermita está el Faro de Luarca que data de 1860 con vivienda anexa para el farero. A este punto se le llama Punta Focicón o Atalaya donde había un fuerte defensivo entre los siglos XVI y XVIII.

En nuestra visita a Luarca no nos podemos perder su importante puerto pesquero cuya historia se remonta a la Edad Media, o los puentes sobre el río Negro siendo el más famoso el Puente del Beso que cuenta con leyenda propia de unos enamorados que fueron decapitados en él durante la Edad Media. Se trataba del pirata Cambaral y la hija del gobernador que al sorprenderlos éste besándose en dicho puente, los decapitó a ambos.

Junto a la playa de Luarca están los Jardines de la Fonte Baxa considerados como "el jardín botánico privado más grande de España" que cuenta con más de 20 hectáreas, plantas y árboles de todo el mundo además de algunas piezas arquitectónicas de interés.

Puerto de Vega

En el concejo de Navia nos detenemos en Puerto de Vega con otro puerto pesquero encantador, con quintas indianas contrastando con casonas típicas asturianas y edificios modernos... no me extraña que fuese elegido como  "pueblo Ejemplar de Asturias desde 1995". 

Desde el Mirador de El Baluarte tendremos una buena panorámica de Vega que vio morir al ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos en 1811.

Tapia de Casariego

Otra de las villas marineras más bonitas y turísticas del occidente asturiano, en la que también destaca su puerto pesquero y deportivo, su faro enclavado en una isla, el barrio de San Blas, el mirador de Os Cañois, o una antigua cetárea reconvertida en piscina natural. Vamos a hacer un recorrido por Tapia!

Nuestra idea era ver el faro desde una perspectiva diferente antes de acercarnos hasta él. Para ello subimos por el barrio marinero de San Sebastián y descubrimos por casualidad la Ermita de San Sebastián es una de las más antiguas de Tapia junto con la de San Blas, ya que se cree que data del siglo XVI aunque con reformas posteriores.

El Faro de Tapia está en una isla a la que se accede por el Muelle de Entreislas, y luego iremos, pero merece la pena contemplar las vistas desde aquí arriba.

Se construyó en 1859, fue ampliado en 1922 y en 1962 se cambió la torre por la actual que en la parte norte tiene pintada la palabra "Tapia" en negro sobre el blanco de la torre.

Tras unas escaleras accedemos a un mirador hacia la villa y su puerto que está cobijado por 4 diques de granito construidos entre finales del siglo XVIII y XIX. Su construcción fue financiada por Fernando Fernández-Casariego, Marqués de Casariego, que son además de éste de Entreislas, el Muelle de Fora, Muelle del Rocín, y el Muelle de Tierra o de Comercio.

Desde el puerto cogemos el paseo marítimo que nos lleva hacia el Muelle del Rocín que fue reparado por última vez en el 2014. En el podemos ver un curioso noray de amarre, se trata de uno de los cañones del antiguo fortín defensivo de Os Cañóis del siglo XVIII.

A continuación el Mirador de Os Cañóis en el lugar que ocupaba un fuerte con artillería que se construyó en 1780 para controlar la piratería en el puerto y en la playa.

A pocos metros en lo que fue una antigua cetárea, se construyó en el 2010 una piscina de agua salada con plataformas de madera para tomar el sol. Un espacio super chulo y bien aprovechado.

El paseo continua hacia la Playa de San Blas o de La Ribeiría unido su arenal al de la Playa de Anguileiro, solamente separada por los meandros que forma en su desembocadura el río Anguileiro. Es la preferida por los aficionados al surf y en ella se celebran varios campeonatos a nivel mundial.

Por ello vemos esas dos tablas de surf en uno de sus laterales como monumento.

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