Ruta de los molinos del río Freixa en Domaio


En la península del Morrazo se esconde este rincón por donde discurre la ruta que os voy a contar hoy, concretamente en la parroquia de Domaio. Vamos al lío! 
El río Freixa nace en las faldas del Monte Faro y tras un descenso con bastante pendiente dejando pequeñas fervenzas (cascadas) a su paso bien bonitas, desemboca en el mar cerca del puerto de Domaio.

La senda comienza junto a la carretera PO-551 Cangas-Vilaboa en sentido ascendente paralelo al río, pero este primer tramo me fue imposible seguirlo por la abundante vegetación que impedía el paso. Lo que no quedó más remedio que buscar ruta alternativa hasta llegar a la Capilla de San Benito donde comienza el segundo tramo, aprovechando para ver la Fuente y Lavadero de As Patas.


Por la parte de atrás de la capilla hay un estupendo mirador hacia la ría y el Puente de Rande.


En estos primeros 200 metros de asfalto ya vemos algún molino, otro lavadero y fuente. 

Justo enfrente está el Souto das Camelias, un área recreativa con mesas, bancos, la Fuente do Souto y a continuación un espacio rehabilitado en el año 2011 por iniciativa de la Asociación de mujeres Poza da Moura con la colaboración de la Estación Fitopatológica Areeiro, el Ayuntamiento de Moaña y la Asociación de Vecinos del Monte Faro de Domaio, 


donde podemos ver gran variedad de camelias como la japónica, reticulata, híbrida, higo, sasanqua... así como árboles y arbustos como bidueiro (abedul), buxo (boj), carballo (roble), ricino, salgueiro (sauce), sabugueiro (saúco), castiñeiro (castaño), oliveira (olivo), cerdeira (cerezo), pexegueiro (melocotonero)...


Y a continuación ya empieza el sendero río arriba en el que se alternan pasarelas y puentes de madera para mejorar el acceso, ya que hay zonas con bastante desnivel.

La ruta es pequeña, son escasos 2 kilómetros de subida y otros tantos de bajada, pudiendo hacerla circular si la completamos con la del río Miñouba y la Poza de la Moura.

Veremos más de 14 molinos en diferentes estados de conservación, pero incluso a algunos a los que el techo ya le ha colapsado, aún conservan su maquinaria. 


Un pequeño desvío nos acerca hasta Fontemartiño que según la tradición popular, se dice que su agua tiene propiedades medicinales.


En este tramo veremos los siguientes molinos: Muíño dos Avisoiros, de María García, da Ponte e da Devesa.

Para aprovechar el agua de este pequeño río, que en los meses de verano podía ser escasa, había todo un sistema organizativo desde su curso alto hasta su desembocadura. Había que regar las tierras altas, las bajas y moler, tarea que se realizaba por las noches para dejar el riego para el día.


Entre la abundante vegetación de ribera que nos acompañará todo el camino, encontraremos bastantes ejemplares de helecho real de gran tamaño.


Tras una pendiente pronunciada un poco "rompe piernas", llegamos a un pequeño remanso donde se pueden distinguir lo que parecen las ruinas de otro molino junto a un cartel informativo y un banco de madera para descansar de la subida 🙆‍♀️

Por aquí no veremos el río ya que va canalizado para pasar por debajo de la carretera del Corredor del Morrazo, cuya boca de salida vimos un poco antes y más tarde veremos la de entrada.


Después de cruzar el Corredor por un túnel debemos pasar por un tramo con hormigón de gran pendiente, primero hacia arriba y en la bifurcación cogeremos a la izquierda hacia abajo. Mucho cuidado aquí porque la pendiente es grande y si hay agua se puede resbalar.

Si sigues la pista que está de frente llegarás a la parte baja de la urbanización que está al lado de la Poza da Moura. Y como mi intención no era seguir la ruta por el río Miñouba, pues seguí de frente para bajar por el río Freixa hasta este punto de nuevo, y así hacer este tramo circular.


Esta parte, para mi gusto, es mucho más espectacular que la anterior. El río tiene más pendiente y forma pequeñas cascadas o fervenzas realmente bonitas. En invierno con más agua, seguro que son todavía más impresionantes.

La mayor parte de este trayecto es por las antiguas canalizaciones de agua que surtían a los molinos, y se pueden ver bastantes tramos bien conservados como en el Molino das Canles.


Seguimos bajando y aprovechando los puentes de madera para pasar de un lado al otro del río.


Muiño da Laxiña, de Alverte, de Alfaia, de Moreira, do Rendeiro, de Combeiro, das Canles y el Muíño do Pozo, son los que nos encontraremos aquí.


Como os dije, ésta es la parte más vistosa, pero también la más complicada para andar por ser el sendero más estrecho y tener que ir surcando alguna piedra que otra. Además las cortezas de los "temidos" eucaliptos te pueden jugar alguna mala pasada ya que resbalan si están mojadas.


Y así 🌿🚶‍♀🚶‍♂con este paisaje natural con el único ruido del agua como acompañante, llegamos de nuevo hasta el corte que hicieron las obras del Corredor, que estoy segura que algún molino que otro se llevó por delante.


Enlazamos con la parte baja del Corredor y regresamos por el mismo camino hasta nuestro punto de partida. 

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❗ No apto para sillas de ruedas ni carritos de bebé
❗ Ojo si vais con niños en los tramos de más desnivel.

** Merece la pena acercarse hasta otro conjunto de molinos y cascadas en la zona de la Poza da Moura 

Inicio del sendero:


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