Ruinas del Real Monasterio de Santa María de Nogales

 

A un kilómetro al sur del municipio de San Esteban de Nogales, en la comarca tradicional de La Valdería a orillas del río Eria,

encontramos las ruinas de lo que fue un importante monasterio cisterciense femenino construido durante la segunda mitad del siglo XII.

Se trata del Monasterio de Santa María de Nogales o mejor dicho, lo que fue ☹️porque la vegetación, el abandono, los continuos saqueos y el tiempo se encargan de terminar con él poco a poco. Al parecer el único mantenimiento que tiene es por parte de un grupo de voluntarios de la asociación ProMonumenta que se encargan de cortar la maleza.

Apenas quedan lienzos de paredes enteras, se conserva el arco de entrada principal con un escudo heráldico, un trozo de bóveda del claustro, la espadaña y montones de piedras tirados por todas partes.

En el año 2007 ingresaba en la Lista Roja de Patrimonio de Hispania Nostra, y el gran problema es que no ha sido declarado BIC, proceso fundamental para iniciar su protección. Además no es propiedad del ayuntamiento, si no que pertenece a bastantes herederos que no se dan puesto de acuerdo para su cesión o venta.

En el año 1904 el historiador Manuel Gómez Moreno visitó el lugar para inventariarlo y todavía se encontró con el ábside mayor en pie, el crucero, la portada, una gran capilla, dos patios de los siglos XVI y XVII, columnas toscanas y la gran escalera del XVIII.


Fueron múltiples los saqueos y expolios que se produjeron en el monasterio. El último fue en el año 2006 con el robo de un arco románico completo que la Guardia Civil recuperó en el 2013 en una propiedad particular de La Bañeza.

La biblioteca del monasterio contaba con varios libros de interés, como uno encuadernado en pergamino del siglo XVIII, el Abadologio, con la historia del monasterio escrita por todos sus abades, se encuentra en paradero desconocido. El códice fue vendido en 1835, y en el siglo XX apareció en una subasta en España. Otros están en el Archivo de la Delegación de Hacienda de Zamora, otros en la Biblioteca Nacional, y a otros se les pierde la pista tras recorrer varias capitales europeas.


Este cenobio fue bautizado por un monje cisterciense como el "Escorial de León" y la verdad es que la extensión de terreno que se puede ver a día de hoy que ocupaba, es impresionante.

Su historia se remonta al año 1149 cuando el rey Alfonso VII de León, apodado como "el Emperador", dona a D. Vela Gutiérrez y a su esposa Doña Sancha Ponce de Cabrera como regalo de bodas y en agradecimiento a los servicios prestados, la Villa de Nogales. Al año siguiente el matrimonio donó la villa a la abadesa del Monasterio de San Miguel de Bóveda de Ourense para que fundara un cenobio benedictino femenino.

A la muerte de Vela Gutiérrez en 1160, con las obras todavía sin terminar, las monjas devuelven la propiedad a la viuda Sancha Ponce, quien así mismo lo vuelve a donar dos años más tarde a su padre príncipe de Zamora, propietario del Monasterio de Santa María de Moreruela. Varios monjes se trasladarán hasta Nogales para terminar su fundación. 

En una bula firmada por el papa Alejandro III en 1162, ya se menciona al Monasterio de Santa María de Nogales bajo la Orden del Cister. 

​En la capilla mayor de la iglesia de 1172, Sancha Ponce manda labrar 3 sepulcros, uno para su esposo, otro para su hijo y otro para ella. Otros nobles también serían enterrados aquí como la hija del rey Alfonso IX, Aldonza Alfonso de León, Suero de Quiñones y su esposa Elvira de Zúñiga. Los sepulcros de mármol de éstos últimos están en la Hispanic Society of America de Nueva York desde 1913.

El monasterio permaneció habitado hasta que se produce su cierre definitivo en el año 1836 como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal

Localización:

 

* Fuente: Lista Roja del Patrimonio

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