Cerca del pueblo de la Granja de Moreruela y del río Esla en Zamora, se encuentran las ruinas de un antiguo monasterio cisterciense del siglo XII, que a pesar del paso del tiempo y su estado de conservación, son espectaculares.
Para llegar hasta aquí es muy sencillo ya que están bien señalizadas desde el centro del pueblo desde donde parte el Camino Sanabrés o Mozárabe hasta Santiago de Compostela.
Su entrada es gratuita pero deberemos pasar por el Centro de Recepción para dejar nuestros datos al guarda y comenzar nuestra visita.
Esta sala era la antigua botica y en ella podemos ver paneles informativos con su historia y muestras de piezas encontradas en el lugar.
Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931.
Recorrer las ruinas de lo que fue el monasterio cisterciense más importante de la zona es impresionante y no puedes dejar de imaginar cómo sería la vida entre sus paredes habitadas.
Contaba con los favores y donaciones de los reyes de Castilla, León y Portugal, además de otros personajes ilustres del momento, hasta su abandono con la Desamortización de Mendizábal en 1835. Entonces llegó su ruina y expolio durante años hasta que se producen obras de consolidación en 1966, 69 y 71 y pasa a manos de la Junta de Castilla y León en 1994, creando el Proyecto Cultural del Monasterio de Santa María de Moreruela para su conservación y puesta en valor.
El Claustro de la Hospedería data del siglo XVI, tiene planta cuadrada y hoy solamente observamos sus paredes. En el lado oeste estaba situada la botica y la enfermería, y en el norte las dependencias de los criados y conversos.
Lo más sorprendente son los restos de su iglesia de finales del siglo XII, con mezcla de románico y gótico, planta de cruz latina y la gran cabecera formada por siete absidiolos semicirculares que se abren a la girola con su bóveda de crucería.
En la iglesia recibieron sepultura, entre otros nobles, Fernán Pérez Ponce de León I, nieto del rey Alfonso IX de León y su esposa, Urraca Gutiérrez de Meneses. Sus restos estaban en un sepulcro en el lado del Evangelio.
A través de la puerta de los monjes se accede al claustro que también tenía acceso por la puerta de conversos que era por la que el pueblo accedía a la iglesia.
El Claustro reglar data del siglo XIII y fue reformado en el XVII.
Es de planta cuadrada y en el suelo se puede ver el pavimento original donde partían los arcos.
En la parte norte estaba el refectorio, la cocina y el comedor de los monjes.
En una planta superior restaurada estaban las celdas dormitorio, el calefactorio y una letrina.
En el 2016 se realizan obras de consolidación en la Sala de los Monjes y el locutorio del siglo XIII.
Hasta aquí también se accede desde el claustro
Recorriendo la parte externa del monasterio podemos ver los restos de un almacén, zona de huertos y varias estancias que serían ocupadas por los animales de los que disponían.
El cenobio está situado en la "Finca La Guadaña" y en el exterior del recinto veremos gran número de animales pastando tan a gusto. La empresa que hoy la regenta bajo el nombre de Dehesa de la Guadaña, tienen como eslogan el "gran hotel de las vacas", y es que consta de más de 600 hectáreas con terneras de pura raza autóctona parda de montaña y ha recibido el certificado de bienestar animal Aenor.
Si nos impresionó la cabecera de la iglesia desde dentro, desde fuera nos ha dejado sin palabras...
Y restos de más dependencias del monasterio
En nuestra visita en el mes de Junio, había multitud de cigüeñas con sus nidos instalados en lo alto de los muros.
Realmente sorprendidos de esta visita 😀 Conocía su existencia desde hace unos años, pero un día por otro, no nos coincidía pasar. Ahora todavía más impresionada y contenta de haber conocido estas impresionantes ruinas.
Localización:
Fuente: Terranostrum.es
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